Actividades en grupo en Barcelona

Hemos estado en Can Julià en varias ocasiones, repetimos por el entorno, la energía y las posibilidades que da el espacio. Siempre nos sentimos a gusto y nos inspira. ¡La experiencia es muy recomendable!

La Masía Can Julià, en Sant Esteve Sesrovires, ha sido un descubrimiento increíble. La paz y la serenidad que se respiran son excepcionales, creando el entorno perfecto para reflexionar y realizar talleres de empresa de manera efectiva. El equipo de la Masía Can Julià destaca por su atención atenta y amable, siempre dispuesto a ayudar y asegurar que todo esté cuidado al mínimo detalle. Además, la comida, deliciosa, elevó nuestra experiencia a un nivel aún más alto. Gracias, Masia Can Julià, por proporcionarnos no sólo un lugar encantador, sino también un servicio excepcional. Sin duda, ¡volveremos!

Hemos realizado diversos teambuildings en can julià, un entorno espectacular, todo cuidado al detalle. Siempre recibimos un muy buen trato, cercano y amable. Servicio de desayuno y comida perfecto, todo casero y cocinado con mucho mimo. Se adaptan a nuestras necesidades para que las jornadas sean un auténtico éxito.

Cuando entras en Can Julià sientes que el espacio te abraza. Te dan la bienvenida Rosa Maria y Pere Anton, ellos la alimentan de Vida.

En el Instituto Relacional hemos encontrado en Can Julià nuestra casa. Un espacio relacional, que te ralentiza invitando a reconocerte y reconocer a los demás y al entorno que te acoge. Una invitación a los sentidos, el fuego, el olor de las plantas floreciendo, el rumor del agua y la buena cocina. Todo está cuidado para que fluya y cuando van pasando las horas todo el mundo se siente confortable, tranquilo y seguro, un espacio que dignifica.

Tuve la suerte de conocer por primera vez Can Juliá como participante de un programa de desarrollo del Instituto Relacional, y la experiencia fue mágica. El emplazamiento es ideal, tanto los salones, como las zonas exteriores. La comida y el trato del equipo humano, son exquisitos. Es un lugar que está cargado de una energía de amor, serenidad y paz. Creo que esa energía ya hace una parte muy importante del trabajo que quieras realizar con el equipo o grupo al que acompañes. Desde entonces, todos nuestros encuentros internos del equipo de focus inside los realizamos en Can Julià, disfrutando de esa energía y confiando en que también contribuimos a desarrollarla.

El “dónde” importa y mucho. Celebrar una formación o una reunión de empresa en un lugar espacioso, confortable, tranquilo y acogedor puede marcar la diferencia. Por eso, cuando a mí me surge una formación o reunión con un equipo el primer sitio en el que pienso es Can Julià. Y, sobre todo, por las personas que lo gestionan: profesionales, muy cercanas y totalmente adaptables a cualquier necesidad que uno pueda tener. Sinceramente, no conozco un sitio igual.

Can Julià es un espacio mágico, donde reina la serenidad y la paz, especialmente cuidado por sus propietarios Rosa María y Pere Antón, que son extraordinariamente amables y colaboradores. Conozco el lugar desde hace muchos años, he hecho retiros y formaciones como participante, pero en los últimos años, desde mi empresa Addventure, hemos trabajado aquí facilitando reuniones y workshops con muchos equipos de dirección. Y el lugar es sensacional para ello, para que las personas se relajen, se puedan abrir más de lo habitual y puedan trabajar y mejorar sus relaciones y su productividad como equipos. Can Julià es un lugar ideal para este tipo de actividad. Y para muchos otros.

Can Julia: Donde el Encanto se une al Desarrollo de personas y equipos.

Can Julia se alza como un oasis de serenidad en medio de un entorno natural exquisito. Este lugar, que he tenido el privilegio de frecuentar para trabajar con equipos, ofrece mucho más que solo un espacio; es un crisol donde las habilidades de equipo se moldean y fortalecen.

Ubicada en un enclave natural de una belleza singular, esta masía despierta los sentidos desde el momento en que se pone un pie en sus terrenos. El cuidado meticuloso que se percibe en cada detalle refleja un amor profundo por el lugar. Sus anfitriones, Pere Anton y Rosa Maria, son el alma de este paraíso. Su calidez y hospitalidad trascienden la mera bienvenida; te hacen sentir parte de una familia extendida desde el primer saludo.

Lo que destaca de este espacio es más que su belleza física; es su capacidad para inspirar la colaboración, el crecimiento y la cohesión dentro de los equipos. Con ambientes diseñados para fomentar la creatividad y la comunicación, cada rincón invita a la reflexión y al intercambio de ideas.

Pero más allá de sus infraestructuras bien cuidadas, es la atención personalizada la que marca la diferencia. Pere Anton y Rosa Maria no solo abren las puertas de su hogar, sino que también se entregan para asegurar que cada visita sea inolvidable y productiva. Su disposición constante para ayudar y orientar refuerza la sensación de estar en un ambiente familiar.

En resumen, Can Julia no es solo un lugar de trabajo; es un santuario donde la colaboración, el aprendizaje y la conexión humana se entrelazan en perfecta armonía. Recomiendo encarecidamente este lugar a personas y equipos que busquen no solo crecer profesionalmente, sino también nutrir sus lazos como grupo."